SAN SEBASTIAN

SAN SEBASTIÁN
Aquí estoy, maniatado, salpicado por cada una de las lágrimas de sangre que emergen de mi cuerpo; me están asaetando, pero, ¿por qué?, ¿por tener una fe distinta?, ¿por ser militar de Cristo, y no ser militar de mi emperador Maximiano?, no entiendo el castigo, pero no discuto, no hay irada de odio hacia nadie, no hay rostro que se pueda observar, así mi sufrimiento solo lo sentirás a través de mi cuerpo marcado con las flechas de los soldados. Este cuerpo desnudo, en el que me han despojado de mis ropas, tapando solo una parte de mi cuerpo con una minúscula sábana, para que los espectadores de mi tortura no lo vean como algo erótico.
Hace mucho tiempo de esto, por eso los repliegues de mis ropas son tan barrocas.
Hace tiempo de esto y yo sigo igual que siempre, siendo un mártir en el que mi historia sigue impactando a cada uno de vosotros.
La oscuridad de mi imagen, contrasta con el color rojo de mi corazón, atravesado por una de las flechas, o por el rojo de mi sangre que recorre una de mis piernas, solo existe ese color en este marco, mi figura y el fondo, es negro, tiene tonos grises, hay poca claridad, quizás el hilo de mi vida que me queda, se vea marcado por esa pequeña luz que da el rojo de mi corazón, pero eso solo lo puedes saber tu; tu eres el que me puedes salvar, porque solo con tu visión, tu corazón y tu imaginación, puedes hacer que esta historia; mi historia, sea con mayor o menor sufrimiento.

P. MENDEZ

OBRA ORIGINAL
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